Hasta ahora hemos supuesto que tanto el choque producido por el
viento estelar como el producido por el flujo de acreción, ocupan
la misma posición en el espacio. A continuación analizaremos bajo
qué circunstancias esta aproximación es correcta. En lo sucesivo
utilizaremos el concepto de longitud de enfriamiento , que
es la distancia recorrida por una partícula de fluido desde que
atraviesa el frente de choque hasta alcanzar una temperatura de
.
Hartigan et al. (1987) estimaron longitudes de enfriamiento para distintas
velocidades de choque (), en el intervalo
, y número de
partículas por unidad de volumen
, en el intervalo
. De sus resultados se infiere que (Canto et al., 1988):
donde:
En lo sucesivo supondremos que la ec.(10.1) es válida para cualquier intervalo de densidades, así como de velocidades.
Las ecs.(2.4)-(2.8), la ec.(4.3) y la ec.(7.3), que describen el flujo de acreción, el flujo del viento estelar, la velocidad del choque y el tiempo, pueden ponerse en forma dimensional:
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() |
|
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() |
(10.4) |
donde las cantidades con ``tilde'' se refieren a las cantidades adimensionales que hemos considerado anteriormente.
A continuación damos valores de las cantidades hidrodinámicas tanto del flujo de acreción, como del viento estelar para valores típicos de estrellas de baja masa y formación reciente:
donde y
se refieren al número
de partículas por unidad de volumen del flujo de acreción y
del viento solar respectivamente, considerando que la masa promedio
por partícula es
. Como lo muestra la
ec.(10.5), los valores típicos de la velocidad
son lo suficientemente pequeños como para calcular las longitudes de
enfriamiento del flujo de acreción utilizando la ec.(10.1); por
lo tanto, de ahora en adelante únicamente analizaremos las longitudes
de enfriamiento para el viento estelar.
El cálculo de las longitudes de enfriamiento para el caso del
viento estelar lo haremos dejando fijas las cantidades ,
,
,
, con valores típicos como los de las
ecs.(10.5)-(10.7) y únicamente variaremos la cantidad
. La tabla 4.1 muestra cómo varía el cociente máximo
de longitudes de enfriamiento entre distancia al choque para distintos
ángulos polares en el caso estacionario. Los resultados contenidos
en la Tabla 4.1 muestran que para el caso estacionario, la suposición
de capa delgada post-choque es correcta para el viento estelar.
Analicemos a continuación las longitudes de enfriamiento del viento estelar para el caso en que el choque evoluciona con el tiempo. Sobre el marco de referencia de la onda de choque, las fórmulas empleadas en la situación estacionaria siguen siendo válidas. Desde el sistema de referencia de la estrella, con ayuda de la ec.(7.1), la ec.(10.1) toma la forma:
En este caso sucede que el cociente entre la longitud de enfriamiento
y la distancia de la estrella al choque, para
, es
grande. Para ver esto, basta con hacer la aproximación asintótica
de la ec.(10.8) para
. De esta forma y utilizando la
ec.(8.11) se obtiene:
La fig.(IV.1) muestra a qué tiempos la suposición de
capa delgada deja de ser válida para algunos valores del parámetro
. En el caso en que el choque evoluciona en el tiempo,
para
, sucede que el cociente entre las longitudes
de enfriamiento y la distancia del choque es siempre pequeña, hasta
que se alcanza la configuración estacionaria, dando lugar a los valores
de la Tabla IV.1.
![]() |